02 abril 2008

La práctica hace al maestro


El tiempo es relativo, y cada día me doy más cuenta de eso, me escuchaba diciendo que de grande iba a trabajar dando clases de danza, cuando ya haya dejado de bailar, y la verdad ahora me doy cuenta que nunca me vi diciendo que estaba bailando, estoy en lo de dar clases y siento que me debo eso de bailar, por eso este año me he propuesto completar eso de bailar, sin dejar de lado la docencia, que es lo que me llena como profesional.

Pero bueno, estoy aca para hablar de lo que ha sido mi aprendizaje en la docencia, no es fácil, siempre supe que no lo era, pero tantos años practicando ser una buena profesora, me han dado seguridad en lo que hago, sin darme cuenta he hecho de la danza mi vida, mi todo.
Siempre sentí que ser profesora de danza debía ser algo más que solo enseñar a bailar, me parece que la danza es más que para ser desarrollada sobre un escenario, siempre sentí que podía hacer algo más con ella, y es justamente eso lo que he logrado hacer.
Gracias a las clases que doy en el Jardín Infanil Montessori Manquehue de Rancagua, he podido darle a la danza el enfoque que buscaba, hasta ese momento no sabía que lograría encontrar lo que buscaba, las clases son de movimiento, para el desarrollo de la psicomotricidad de los niños, con la danza los niños desarrollan su ser íntegramente, me siento un ente muy importante en el desarrollo de sus vidas, yo de niña nunca tuve clases de danza en el jardín, y creo que de haberlas tenido quizás mi psicomotricidad sería mucho mejor y habría desarrollado mejor mi expresividad.

La educación de los niños es muy importante en la etapa del jardín, es el primer acercamiento al mundo exterior, deben enfrentarse solos, sin la ayuda ni apoyo de los padres, entregarles herramientas que les den seguridad es un deber de los educadores, y yo al participar de este proceso, asumo con responsabilidad y amor mi labor de profesora de psicomotricidad.

Con los años que llevo impartiendo estas clases, que en ni un lado me enseñaron como desarrollarlas, he descubierto cómo he ido evolucionando y profesionalizando mis clases y el resultado en los niños demuestra que todo ha ido en mejora.

Uno de los factores importantes a destacar a la hora de comenzar una clase, es la actitud y desplante con el que me presento, la energía que debo proyectar para captar su atención y motivarlos a trabajar es mayor a la que percibo de ellos, de esta forma cautivo su atención.

Las actividades por más simples que parezcan, están pensadas y destinadas al trabajo psicomotor, por ejemplo, siempre que paso la lista de la clase, los niños deben contestar al oir su nombre no con la voz, sino con el cuerpo, se ponen de pie y al centro del círculo en el cual estan todos sus compañeros sentados en posición del indio, realizan la mejor pirueta o movimiento que sepan y se atrevan a presentar frente a la clase, de esta manera hacemos que pierdan el miedo al ridículo y sientan seguridad de que su movimiento está bien realizado. El refuerzo positivo es sumamente importante por parte de quien esté dirigiendo las actividades.

Para finalizar quiero decir que sin práctica nadie logra nada, estoy feliz de lo que hago y lo hago con amor y entrega, espero que por mucho tiempo pueda seguir para continuar aprendiendo.


Natalia.